13.2.5 Comunicación "digital" y "analógica".
Los trastornos alimenticios pueden aparecer de forma
analógica y digital en los adolescentes para poder expresar lo que es,
lo que siente, lo que percibe, lo que vive y lo tiene.
Lenguaje:
a) digital: el que se transmite a través de
símbolos lingüísticos o escritos, y será el
vehículo del contenido de la comunicación. El adolecente, a veces
escribe, dice y describe lo que siente.
b) Analógico: vendrá determinado por la conducta
no verbal (tono de voz, gestos, etc.) y será el vehículo de la
relación.
Funciones: transmitir información.
Definir la relación entre los comunicantes, lo que
implica una información sobre la comunicación, es decir, una
"metacomunicación". Esta comunicación servirá para definir
la relación cuando la comunicación haya sido confusa o
ambivalente
En la comunicación humana es posible referirse a los
objetos de dos maneras totalmente distintas. Se los puede representar por un
símil, tal como un dibujo, o bien mediante un nombre. Estos dos tipos de
comunicación, uno mediante una semejanza autoexplicativa y, el otro,
mediante una palabra, son equivalentes a los conceptos analógicos y
digitales.
En la comunicación digital, la palabra es una
convención semántica del. Lenguaje; no existe correlación
entre la palabra y la cosa que representa, con la posible excepción de
las palabrasOnomatopéyicas. Como señalan BATESON
y JACKSON: "No hay nada" parecido a cinco en el número cinco; no hay
nada particularmente "similar a mesa" en la palabra mesa. Por otro lado, en la
comunicación analógica hay algo particularmente "similar a la
cosa" en lo que se utiliza para expresaría.
La comunicación analógica tiene sus
raíces en períodos mucho más arcaicos la evolución
y, por tanto, encierra una validez mucho más general que el modo digital
de la comunicación verbal, relativamente reciente y mucho más
abstracto. La comunicación analógica coincidiría con la
comunicación no verbal, entendiendo por comunicación no verbal:
los movimientos corporales (kinesia), la postura, los gestos, la
expresión facial, el ritmo, la cadencia de las palabras, el silencio y
los indicadores comunicacionales que aparecen en el contexto.
El ser humano se comunica de manera digital y
analógica. De hecho, la mayoría de los logros civilizados
resultarían impensables sin el desarrollo de un lenguaje digital. Ello
asume particular importancia en lo que se refiere a compartir
información acerca de los objetos. Sin embargo, existe un vasto campo
donde utilizamos en forma casi exclusiva la comunicación
analógica, se trata del área de la relación. Así
pues, el aspecto relativo al "nivel de contenido en la comunicación se
transmite en forma digital, mientras que el "nivel relativo a la
relación" es de naturaleza predominantemente analógica.
En su necesidad de combinar estos dos lenguajes, el hombre,
sea como receptor o como emisor, debe traducir constantemente de uno al otro.
En la comunicación humana la dificultad inherente a traducir existe en
ambos sentidos. No sólo sucede que la traducción del modo digital
al analógico implica una gran pérdida de información, sino
que lo opuesto también resulta sumamente difícil: hablar acerca
de una relación requiere una traducción adecuada del modo
analógico de comunicación al modo digital.
Al emisor no sólo le resulta difícil verbalizar
sus propias comunicaciones analógicas, sino que, si surge una
controversia interpersonal en cuanto al significado de una comunicación
analógica particular, es probable que cualquiera de los dos
participantes introduzca en el proceso de traducción al modo digital, la
clase de digitalización que concuerde con su imagen de la naturaleza de
la relación. El hecho de traer un regalo, por ejemplo, constituye sin
duda una comunicación analógica. Pero según la
"visión" que tenga de su relación con el dador, el receptor puede
entenderlo como una demostración de afecto, un soborno, o una
restitución.
La psicoterapia se ocupa sin duda de la digitalización
correcta y correctivo de lo analógico; de hecho, el éxito o el
fracaso de una interpretación depende de la capacidad del terapeuta para
traducir un modo al otro y de la disposición del paciente para cambiar
su propia digitalización por otra más adecuada y menos
angustiante.
En la comunicación patológica observaremos
incongruencias entre lo digital y lo analógico. Una persona puede estar
diciendo (digital). No estoy enfadado", y sin embargo, su tono de voz, su
expresión facial y sus gestos expresan auténtica agresividad
(analógico).
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