14.4Teoría de Campo Interconductual
La historia y el desarrollo de la Psicología
conductista ha estado marcada por una serie de imágenes erróneas
algunas de las cuales han sido aclaradas por Belanger (2001) en su libro
Images et realites du behaviorisme. Marino Pérez en el
prólogo de la reedición en español de la obra,
señala que la primera imagen a aclarar es la noticia de su fallecimiento
y menciona que en los albores del siglo XXI resulta irónico que
después de tanta revolución cognitiva, el conductismo lejos de
desaparecer se ha desarrollado en diversas líneas teóricas.
Otra imagen falaz sobre el conductismo es su supuesto
desarrollo hacia hibridaciones eclécticas dualistas
(cognitivo-conductuales) las cuales son solo una degeneración
cognitivista y no una evolución.
Otro aspecto relevante es el hecho de que Kantor formula un
sistema descriptivo y explicativo sincrónico al poner de relieve el
concepto de interdependencia en campos de relaciones, a diferencia del esquema
causal clásico el cual es lógicamente diacrónico.
Contrario a las posturas teóricas clásicas (incluyendo algunas
conductistas), la propuesta de Kantor no destaca como objeto de análisis
a ciertas formas funcionales de actividad del organismo, sino que pone de
relieve la interacción misma entre el organismo y el ambiente como
centro de interés teórico (Ribes, & López, 1985).
Kantor (1969) señala que la esencia de una
construcción de campo es aquella en la que todos los eventos deben
considerarse como interacciones complejas de numerosos factores en situaciones
específicas, por lo que toda explicación de una teoría de
campo necesariamente tendrá como primer condición el suplir las
concepciones en términos de principios y propiedades de los objetos o
eventos, ya sea que estén localizadas dentro de los objetos o eventos
sujetos a observación o en alguna condición o cosa externa a
ellos.
La teoría de campo interconductual especifica los
detalles funcionales de la acción en lugar de apoyarse en una
abstracción explicativa general, no propone causas internas tales como
la mente, procesadores de información o pulsiones (mentalismo) tampoco
proponen causas externas ubicadas en las condiciones medioambientales
(conductismo Skinneriano) pues esta postura no asume la tradicional
teoría de los dos mundos (Ryle, 1975), por lo que se argumenta que no
existe lugar en el campo integrado para tales abstracciones, pues ninguna de
ellas son necesarias o siquiera útiles dentro del sistema.
De tal forma que, una autentica teoría de campo exige
la exclusión de principios psíquicos e internos. Así, la
construcción del campo psicológico se debe derivar de la conducta
real de los organismos con objetos y eventos en condiciones específicas.
A diferencia del conductismo Watsoniano y Skinneriano que si bien rechazan la
explicación dualista del psiquismo (mente-cuerpo) aún conservan
los aspectos físicos del dualismo (interno-externo), la postura
interconductual comienza y termina su trabajo en el estudio de eventos
prístinos (Kantor, 1980), sin complicarse con construcciones
lingüísticas propias de la tradición intelectualista en
Psicología.
Cuando las relaciones funcionales específicas de los
factores del campo han sido descritas, se completa la actividad
científica justo como se hace en la descripción de cualquier otro
evento en la naturaleza. Esta descripción de los componentes de un
evento natural en términos estrictamente observacionales es la
vía por la cual la Psicología científica debe proceder.
(Smith & Smith, 1996).
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