WOW !! MUCH LOVE ! SO WORLD PEACE !
Fond bitcoin pour l'amélioration du site: 1memzGeKS7CB3ECNkzSn2qHwxU6NZoJ8o
  Dogecoin (tips/pourboires): DCLoo9Dd4qECqpMLurdgGnaoqbftj16Nvp


Home | Publier un mémoire | Une page au hasard

 > 

El fluir psà­quico en relato de un nà¡ufrago de Gabriel Garcà­a Mà¡rquez


par Ousmane Abdoulatif CHERIF
Université Alassane Ouattara de Bouaké - Master 2 2019
  

précédent sommaire suivant

Bitcoin is a swarm of cyber hornets serving the goddess of wisdom, feeding on the fire of truth, exponentially growing ever smarter, faster, and stronger behind a wall of encrypted energy

CAPÍTULO 2: RESUMEN DE LA OBRA Y SU ALCANCE POLÍTICO

2-1- RESUMEN DE RELATO DE UN NAUFRAGO

El 28 de febrero de 1955, ocho miembros de la tripulación del destructor A. R. C. Caldas cayeron al mar caribeño. Luis Alejandro Velasco fue el único superviviente; los otros siete perecieron ahogados. El gobierno del dictador colombiano Gustavo Rojas Pinilla atribuyó el accidente a una tormenta en el Caribe, pero nunca hubo tal tormenta. La verdad era que, pese a pertenecer a la marina colombiana, el buque transportaba mercancías de contrabando, básicamente, electrodomésticos. El destructor Caldas y su tripulación habían pasado ocho meses en el puerto de Mobile, Alabama, con motivo de reparaciones que se efectuaban en el buque. El marinero Velasco, protagonista de la obra, repartía su ocio entre su nueva novia, Mary Address, y diversos métodos para matar el tiempo con sus compañeros, como las broncas a puñetazos o las salidas al cine. Viendo la película El motín del Caine, los marineros colombianos experimentaron cierta inquietud ante las escenas de una tempestad. Como si de una premonición novelesca se tratara, Velasco albergaba recelos sobre el inminente regreso del destructor a su base en Colombia.

A unas doscientas millas del puerto colombiano de Cartagena, las cajas con las mercancías de contrabando en la cubierta del buque se desprendieron a causa del viento y del oleaje y se llevaron al agua a ocho marineros. El destino quiso que Velasco fuera el único que alcanzara a nado una de las balsas caídas desde el destructor. Impotente, nada pudo hacer por sus compañeros, que se ahogaron a pocos metros de donde él estaba.

El náufrago esperó inútilmente que le rescataran con rapidez. En una balsa a la deriva, desprovista de víveres, en compañía de su reloj y de tres remos, resistió a la sed, el hambre, los peligros del mar, el sol abrasador, la desesperación de la soledad y la locura, únicamente con su instinto de supervivencia. Los aviones colombianos y norteamericanos de la Zona del Canal movilizados para la búsqueda de supervivientes pasaron muy cerca de él, pero no llegaron a localizarle.

Tras comprender que nadie podría ayudarle, y aun cuando deseó la muerte para dejar de sufrir, sobrevivió contra todo pronóstico a las condiciones adversas. Aunque cazó una gaviota no pudo llegar a comérsela, y los tiburones le arrebataron un pez verde de medio metro que llegó a atrapar y del que sólo probó dos bocados. Tampoco consiguió despedazar sus botas ni su cinturón para aplacar el hambre, ni la lluvia hizo acto de presencia para permitirle beber. Se entretuvo en comprobar, en su reloj, cómo el tiempo transcurría inexorable, y por las noches, en una especie de delirio forjado por el recuerdo y el pánico a la soledad, conversaba con el espíritu de su compañero, el marinero Jaime Manjarrés.

Cuando, después de diez días a la deriva, la balsa arribó a la costa colombiana y Velasco vio tierra, aún tuvo que alcanzar la playa a nado para no estrellarse contra unos acantilados; tuvo que luchar contra las olas que le devolvían al mar, tuvo que contar su historia a campesinos desconfiados que no conocían la noticia del naufragio, y durante dos días soportó que le trasladaran en una hamaca como una atracción de feria por territorios agrestes, hasta que por fin le vio un médico y le permitió comer normalmente. Condecorado primero por el presidente de la República y caído luego en desgracia tras revelar la verdad a El Espectador, hizo bastante dinero con la publicidad y luego se arruinó por revelar la versión auténtica de un acontecimiento que ya había sido clasificado por el gobierno.

précédent sommaire suivant






Bitcoin is a swarm of cyber hornets serving the goddess of wisdom, feeding on the fire of truth, exponentially growing ever smarter, faster, and stronger behind a wall of encrypted energy








"Les esprits médiocres condamnent d'ordinaire tout ce qui passe leur portée"   François de la Rochefoucauld