El fluir psiquico en relato de un naufrago de Gabriel Garcia Marquezpar Ousmane Abdoulatif CHERIF Université Alassane Ouattara de Bouaké - Master 2 2019 |
TERCERA PARTE:EL FLUIR DE ALEJANDRO VELASCO Y SUS EMOCIONES PSÍQUICASCAPÍTULO 1: EL FLUIR DE ALEJANDRO VELASCO1-1- ANTES DEL NAUFRAGIO1-1-1- Las premonicionesDesde haber visto la película «El motín del Caine»50(*), Velasco se siente diferente. Se siente interpelado por una voz interior que le llama la atención sobre el drama que va a ocurrir desde el regreso. Se siente perseguido por lo que Unamuno llama el «demonio»51(*) para aludir a la voz interior que considera como el subconsciente52(*). La voz interior se manifiesta a veces, al tiempo que un personaje discurre sus pensamientos, Ardila. Aquí, los pensamientos que discurre Velasco son las premoniciones de los acontecimientos que acaecerán dentro de pocos días. Al respecto, el personaje afirma: «No quiero decir que desde este instante empecé a presentir la catástrofe.»53(*) De otra manera, Velasco confiesa lo que le pasa por la mente. El narrador personaje es perturbado por el recuerdo de la catástrofe provocada por una tempestad en alta mar que ha visto en la película «El motín del Caine». Esta imagen persiste tanto en su mente que finalmente Velasco teme el regreso a Colombia. «La verdad es que nunca había sentido tanto temor frente a la próxima de un viaje.»54(*) Estas palabras constituyen la exteriorización del fluir de Velasco antes de que zarpe el buque. Lo que viene a reforzar su miedo interno es cuando descubre que no es solo a presentir un drama. Se da cuenta de que otras personas del grupo piensan lo mismo como él. Y particularmente el marino Diego Velázquez que se acercó a él y le dijo: « Qué tal si nos sucediese una cosa como ésa?»55(*), refiriéndose a la tempestad en la película. Luego, tuvo Velasco presentimientos de que habría muertos en el mar. Esto se justifica por el repentino recuerdo que hubo el personaje de su niñez. «En Bogotá, cuando era niño y veía las ilustraciones de libros, nunca se me ocurrió que alguien pudiera encontrar la muerte en el mar».56(*) Se nota claramente que la memoria de Velasco le ha retrocedido hasta su infancia. Esta es la actividad del flujo de la conciencia que consiste a rememorar los hechos sin desarrollo lineal. Entonces, el cerebro de Velasco funciona rápidamente y los pensamientos y los recuerdos se atropellan en la mente. Lo que lo obliga a sentir miedo y temor hasta perder la tranquilidad y el sueño: «No podía dormir. (...) y la respiración tranquila de los cuarenta marinos que dormían en el mismo salón.»57(*) Mientras los demás marineros se descansaban en un sueño profundo y despreocupado, él siente la muerte que se acerca lenta pero seguramente. Y esta situación de inquietud según el personaje, duró toda la semana. No podía quitarse de la mente la inminencia de una tempestad que hundiera el Caldas o cualquier otro tipo de drama. No importa la naturaleza de la desgracia que se acercaba, Velasco presentía el resultado: habrá muertos en un accidente. El presentimiento era tan enorme que el marinero se prometió a él mismo que: « tan pronto como llegara a Cartagena abandonaría la Marina58(*), y lo comunicó a uno de sus amigos, Ramón Herrera quien murió en el drama. Velasco se siente moral y mentalmente preocupado por lo que el día del regreso, «no pensaba en Mary», su novia de Mobile, «pensaba en el mar»59(*). En tiempos normales, Velasco debería sentir la nostalgia de despedirse de su enamorada con quien había vivido buenos momentos durante su estancia norteamericana. Porque la separación con dos personas amorosas provoca siempre sentimientos de pena y tristeza. Pero un sentimiento mucho más importante invadía al personaje porque como lo dice: «Sabía que al día siguiente estaríamos en el golfo de México y que por esta época del año es una ruta peligrosa»60(*). Entonces se rememora el peligro que constituye el golfo de México en estación de lluvia. Y se dibujaba en su psique el escenario de un naufragio inminente. Las premoniciones de este accidente eran tan grandes y eran tan precisas que fue como si la suerte le recomendaba a Velasco que viera y observara bien por última vez a sus compañeros porque vivían juntos su último viaje. Así, tuvo el tiempo de ver de nuevo a todos los marineros del equipaje. Por eso, al contar la historia, pudo rememorar a todos sus amigos en sus últimos momentos en el barco y pudo recordar también qué hacían y qué se dijeron en cada una de dichas últimas ocasiones. Y a Luis Rengifo de decirle: «Dentro de dos o tres horas te veré con la lengua afuera»61(*). Eso es como si esas palabras fueran una confirmación de lo que lo intrigaba a Velasco. Entonces, se aumentó la ansiedad. En conclusión se nota que el fluir de Alejandro Velasco ha sido despertado por la tempestad en la película «El motín del Caine». Desde este episodio de su estancia en Mobile, Velasco sentía las premoniciones de un accidente del Caldas con consecuencias funestas. Y el hundimiento del barco en el Caribe días después vino a confirmar sus presentimientos. Cuáles fueron a favor de este accidente en el medio del caribe? Qué intuyó Velasco a propósito del tiempo? * 50- El motín del Caine es una película realizado por Edward Dmytryk, cuyo título original es The Caine Mutiny en 1954. * 51- ARDILA, J. A. G, 2012, Unamuno, el monólogo interior y el flujo de conciencia : de William James y Amor y pedagogía a Knut Hamsun y Niebla, Universidad de Edimburgo, Hispanic review, vol. 80,no. 3. https://doi.org/10.1353/hir.2012.0031 * 52- ARDILA, J. A. G, 2012, Op. Cit.: según Ardila, la sucesión de impresiones que conforman la vida se origina en la mente, donde las ideas, como las olas, se suceden en el interior del subconsciente. * 53- GABRIEL, García Márquez, 1970, Op. Cit. P. 16 * 54- Ídem. * 55- GABRIEL, García Márquez, 1970, Op. Cit. P. 16 * 56- Ídem. * 57- Ibídem. P.17 * 58- Ibídem. * 59- Ibídem p. 20 * 60- GABRIEL, García Márquez, 1970, Op. Cit. P. 20 * 61 Ídem p. 22 |
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